15 mar 2013

INTER-TOTTENHAM

Desde los árboles más altos de la grada llega un clamor a veinte minutos del final. Toques nerviosos de Cambiasso y Zanetti hasta la falta que de rebote se cuela y culmina la remontada visceral del Inter, que se golpea el pecho como diciendo vea patrón!, con Scott Parker en 1918 apreciándolo todo, viviendo en la Primera Guerra Mundial cada mañana de sus días, mirando jardines mudos. 3-0.


Los goles de Cassano? con la nariz. Imágenes que fulminan al más crudo. Villas Boas no deja el blanco y negro y gesticula en plan zarigüeya delante de Adebayor, pero lo de Parker es inmenso, porque sigue con esa cara de morir en la batalla del Somme, guiando a la tropa y cayendo el primero si hace falta. El interismo polvoriento de los argentinos a punto está de acabar con todo casi al final, pero Cambiasso echa fuera una buena jugada colectiva. Sillones otrora lujosos se desploman por los huecos de la escalera en Via dei Piccolomini, y un número indeterminado de cigarrillos se queman en cuartos con poca luz, siendo su Banda Sonora pasos Moratti. Zanetti escupe amor y se acuerda de Diego. Con Milito en el campo caía el cuarto pero eso no importa, tenemos la oportunidad de escuchar las historias de estos hombres antiguos sinceramente cansados, no importa nada si la noche en el Meazza es así de larga y amable. La prórroga aún tiene pulso y el Inter cae, también el Tottenham. 
No sé en Italia, pero en la Península el primer equipo en jugar de noche fue el Benfica. El Benfica pasa en Burdeos. Putada de Benfica-Inter oscuro y adiós (?) Stramaccioni.

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